¿Cómo templar un cuchillo?

Todos los que están empezando en la forja de cuchillos, o de acero en general, se preguntan antes o después cómo templar el acero del cuchillo. Pues bien, en este pequeño artículo vamos a analizar todos los pasos y todos los elementos que intervienen el el proceso de templado de un cuchillo.

Así que si estás en el trance de proponerte hacer tus propios cuchillos caseros, y quieres dominar uno de los aspectos fundamentales del trabajo de forja (al menos en la teoría, antes de pasar a la práctica), toma nota de todo lo que debes saber sobre cómo templar un cuchillo.

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Por qué templar un cuchillo

Templar el acero es necesario en el trabajo de forja, y templar un cuchillo de acero, por tanto, también lo es. Para entender bien el motivo, hay que saber que el templado es un tratamiento térmico de contraste al que se somete un acero para aumentar su dureza, tenacidad, y en definitiva, resistencia a esfuerzos. Sin un buen templado, por ejemplo, no podríamos doblar la hoja de un cuchillo con seguridad, ni tener demasiada confianza en el corte o golpeo de determinados alimentos o materiales con un cuchillo.

Partimos de la base, por tanto, de que es una necesidad.

Cómo templar el acero de un cuchillo

Para hacer el templado de un cuchillo, tenemos que calentar el acero a temperatura crítica, un valor que depende del grosor de la hoja, de la cantidad de carbono del aceite y del uso que se quiera dar al cuchillo, pero que suele rondar entre los 800 y los 1000ºC. En el proceso de calentamiento, la ferrita del acero se convierte en austenita, y es en ese momento cuando tenemos que templar el acero del cuchillo. Se podría templar a menos temperatura, todo depende del uso que vayamos a darle al metal, pero en el caso de un acero para cuchillo, el margen de los 800 a los 1000ºC marca la tónica general.

Existen tres tipos de templado de un cuchillo:

  • Templado en agua
  • Templado en aceite
  • Templado en sal

Antiguamente, el acero de un cuchillo (o para cualquier otro objeto) se templaba siempre al agua, pero en la actualidad, los fabricantes de acero recomiendan templar los cuchillos al aceite. Para templar un cuchillo a temperatura crítica, una vez que el acero haya alcanzado la temperatura idónea, debemos sumergirlo durante aproximadamente 30 segundos en el aceite, para luego secarlo en serrín y así absorber el agua o el aceite sobrantes.

Cómo saber la temperatura para templar un cuchillo sin pirómetro

Hoy en día contamos con instrumentos digitales que nos permiten saber con exactitud la temperatura del metal que se encuentra en una fragua, pero antiguamente no se sabía con absoluta certeza, y los herreros tomaban como referencia los cambios de color del metal en el fuego para saber a qué temperatura se encontraban éstos. En términos generales, ya sabes que partimos de un color rojo cereza, y a medida que la temperatura va aumentando, tendemos a amarillo.

Siguiendo las indicaciones de este cuadro, sin tener ningún tipo de instrumento de medición, podremos saber la temperatura de un cuchillo sacado de la fragua antes de templarlo.

Leer  Tipos de acero para cuchillos

Aceites para templar cuchillos

Usar aceite para templar cuchillos es, como venimos diciendo, la práctica recomendada y la tónica habitual en los tiempos que corren. Pero, ¿cuál es la razón?

Templar un cuchillo es un fenómeno físico (y no químico) de transferencia térmica, del acero al aceite en este caso. Si preferimos hacerlo en aceite, en vez de en agua, es porque la transferencia térmica se produce de una forma menos brusca, y así evitamos que se produzcan roturas o deformaciones en el metal.

Podríamos usar cualquier tipo de aceite, pero los aceites usados del coche o de la cocina (por ejemplo) van a ensuciar y van a dejar incluso restos de olor en el cuchillo, por eso los evitamos. Cuanto más fluido sea el aceite, mejor nos va a venir para templar acero, por eso se suele usar aceite vegetal, pero existen muchos matices en función del tipo de objeto que vayamos a fabricar, algunos de los cuales se explican perfectamente en este vídeo:

Qué puede pasar al templar mal un cuchillo

Si el templado no lo hacemos bien (porque no hemos templado a la temperatura crítica del metal, o porque no lo hemos tenido el tiempo suficiente, o por otros motivos), puede pasar que el cuchillo salga rojo del aceite, y si sale rojo es porque el tratamiento térmico no se hizo bien.

Otra cosa que puede pasar es que en el momento de introducirlo en el agua o aceite de templado, escuchemos un clic, y eso quiere decir que el acero se ha quebrado. En este caso, no hay solución posible, y tendremos que volver a forjar el metal para hacer el cuchillo. Para que eso no pase, se recomienda templar el cuchillo de la punta hacia atrás.

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