En el siglo XXI, cuando oímos hablar de cuchillos, enseguida se perfila en nuestro imaginario el tacto y el sonido del metal, pues en el mundo moderno, los cuchillos son de metal en el 99’9 de los casos. De hecho, desde que el hombre descubre el metal y es capaz de trabajarlo, los cuchillos son progresivamente de metal comiendo terreno a los cuchillos de piedra, al ser el metal más fácil de manejar y de convertir en cuchillo que la piedra, y permitir un grado de precisión y finura en el afilado y las formas extremo.
Pero los primeros cuchillos que hizo el hombre fueron cuchillos de piedra, y entre todos los tipos de piedra, la más empleada desde los orígenes de las herramientas manufacturadas fue el sílex. Hoy venimos a hablar de los cuchillos de sílex en su contexto histórico.
Qué es el sílex
El sílex, también conocido como pedernal, es un tipo de roca de formación sedimentaria muy dura compuesta principalmente por sílice (silicio + oxígeno), de ahí su nombre, y que tiene la peculiaridad de formar perfiles muy afilados y al mismo tiempo sólidos en su ruptura.
Como es obvio, existen muchos tipos de sílex, pero el sílex puro con estructura de criptocristalina (formado por cristales que no podemos ver a simple vista) es uno de los tipos de piedras más duras que se conocen (dureza 7 en la escala de Mohs), y es por eso que el sílex fue el tipo de piedra elegida para tallar los primeros instrumentos de corte de la Humanidad, aunque para llegar a esa conclusión, imaginamos, los primeros pobladores tuvieron que utilizar otros muchos tipos de piedras.
Cómo hacer cuchillos de sílex
Desde la aparición de los primeros cantos de sílex trabajados por un sólo lado de forma muy escueta, hasta los primeros cantos bifaciales, el perfeccionamiento progresivo de éstos, y el surgimiento de cuchillos de sílex estrechos y con filo dentado, y de otros instrumentos de precisión del mismo material, como las puntas de flecha de sílex, son muchos cientos de miles de años los que tienen que pasar, algo que hoy en día nos puede costar mucho trabajo pensar, teniendo en cuenta la vertiginosa velocidad a la que evolucionan la técnica, la tecnología y la ciencia.
Es por eso que las diferencias entre los cuchillos de sílex del Paleolítico, tallados de forma muy básica en las primeras fases del Paleolítico Inferior, y con una clara intención de perfeccionamiento en los últimos periodos del Paleolítico Superior, distan mucho en cuanto a sofisticación técnica de los cuchillos de sílex del Neolítico, algunos de los cuales llegan a alcanzar niveles de capacidad de corte muy sorprendentes, que no sólo tienen que ver con la calidad del mineral, sino sobre todo, con la obtención de filos de sierra de doble cara excepcionales, que muestran las primeras consecuencias de la especialización y de la experiencia, cuando ésta tiene lugar a partir de las manos del ser humano, y contando los años por millones. ¡Sí, por millones!
Hoy en día no podemos comprar cuchillos de sílex, pero si queremos hacernos una idea de lo que suponía hace miles de años conseguir algo así, podemos intentar hacer cuchillos de sílex, nuestros propios cuchillos de sílex modernos con nuestras manos modernas.
En muchos museos de la Prehistoria existen talleres en los que se muestra cómo hacer este tipo de tallas de cuchillos en sílex, y en éstas nos damos cuenta de que no sólo es importante conocer la técnica, algo que se nos puede explicar y podemos aprender y memorizar fácilmente, pero que siempre requiere de una fase de práctica, sino que es también muy importante tener unas manos preparadas para los trabajos manuales con piedra, algo en lo que el hombre actual dista mucho del hombre que vivía en contacto pleno y directo con la naturaleza.
A parte del trabajo de la piedra, que va siendo más preciso y sofisticado a medida que pasan los años por miles, en la evolución del concepto de cuchillo de sílex llega un momento en el que aparecen los primeros mangos, que facilitan el uso de la parte dentada. Éstos estarán hechos de astas de ciervo y otros animales, uniéndose ambas partes también con tendones o ligamentos del propio animal de una forma alto rudimentaria al inicio.
Los cuchillos de sílex representan en sí mismos, sin duda, los emocionantes y asombrosos orígenes de los cuchillos en general, siendo de esta manera los cuchillos un buen espejo de la evolución del hombre, de su aprendizaje y de su especialización técnica, desde sus orígenes hace 2,5 millones de años, aproximadamente, hasta nuestros días.
Cuchillos Deglon Sílex del Siglo XXI: otro cantar
Seguramente en homenaje al material que ha acompañado al ser humano en su evolución hasta llegar a lo que somos hoy, la marca de cuchillos Deglon cuenta con una serie muy interesante, que nada tiene que ver con los cuchillos de sílex prehistóricos, pero que bien pueden valernos para comparar las técnicas en piedra de entonces con la actual cuchillería, con el objetivo de obtener objetos lo más precisos posibles para el corte.
Como ves, aunque son cuchillos del siglo XXI que poco o nada se pueden comparar con los cuchillos de sílex del hombre primitivo, los cuchillos Deglon Silex son dignos de ser conocidos no sólo por su nombre, sino por su peculiar diseño, en el que destaca el diseño ergonómico de los mangos y la unión del mango con la hoja favoreciendo el arqueado en el agarre.
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